“El deterioro continuado de las placas de fibrocemento provoca la desagregación de la mezcla cemento-amianto, pudiendo liberarse las invisibles fibras de amianto, sin ningún tipo de acción mecánica o humana.

tuberias con asbesto

Sólo el efecto continuado del agua, por ejemplo, produce solubilidad de sales del cemento y lixiviación de hidróxido cálcico, que provocan un aumento en la porosidad del material y consiguientemente en la velocidad de la desagregación” (Carde et al, 1996;. Faucon et al. , 1996; Haga et al, 2005)

En un estudio de la Universidad de Milán consistente en el análisis microscópico de muestras de cubiertas de fibrocemento sometidas a una alteración externa de 2 meses a 15 años o más, se demostraba que se producían alteraciones superficiales a partir de los 2 meses, que estas alteraciones resultaban bien visibles después de unos años, y que llegaban a ser muy graves después de 5-10 años. El deterioro de la estructura de cemento/amianto (ASBESTO) se debía, según este estudio, a múltiples factores, pero principalmente al ataque químico de las lluvias ácidas, produciendo una liberación de fibras que era más evidente al aumentar la duración de la exposición a estos agentes. Concluía el estudio afirmando que las superficies de las “viejas” placas de fibrocemento deben ser consideradas como fuente importante de contaminación ambiental, que aumenta el potencial cancerígeno total de la atmósfera contaminada de una manera no despreciable, teniendo en cuenta también la enorme extensión de estas superficies. Asimismo, si el fibrocemento deteriorado contuviera variedades de amianto anfibólico (crocidolita o amosita, fundamentalmente), deberían ser considerados como “prioridad”.”

Fuente: elindagador